¿Cómo son los cuentos adulterados de Daniel El Gallo?





¡Indescriptible! Así resulta el extraordinario ambiente logrado de manera magistral por el experimentado clown mexicano Daniel El Gallo, ante un público expectante, integrándolo, volviéndolo dinámico, interactivo y parte protagónica del show. 

Es algo que se cuenta fácil, pero si, por ejemplo, dar un discurso o una conferencia ante un público es difícil, imagine ahora algo de mayor reto: divertir adultos con predisposición a ser solo receptores estáticos y exigentes, algunos aburridos o saturados de estrés y relajarlos y hacerlos sentir a gusto y naturales y reflexivos y hacerlos jugar e imaginar como niños, a pesar de la adulterada adultez que llevan encima.

Quién sabe cuál sea el propósito principal de este magnífico artista escénico, pero lo que acabo de catalogar  como un reto, Daniel lo logra sin problema, de hecho, con una naturalidad tremenda que aún después de la conclusión de su dinámica y muy original presentación, no deja de sorprendernos, satisfacernos y activarnos la reflexión. 

Los cuentos adulterados de Daniel El Gallo Le Coq, no solo son entretenidos y divertidos, y no solo te hacen viajar la imaginación en el momento interactivo con Daniel, sino que permanecen en la mente y el corazón de manera duradera; se insertan como elementos en la base de nuestro criterio.

La interpretación de los personajes de El Gallo es fascinante, su talento para cautivar con el estilo único de su voz y sus movimientos físicos, es impresionante. Convierte toda la sala en un escenario interactivo y a todos los presentes en testigos oculares de que el arte escénico puede ser muy poderoso dándole entrada a la imaginación también muy poderosa, lo cual produce sensaciones geniales.

Instrumentos musicales básicos y raros, marionetas de papel, tela, son unas cuantas sencillas cosas que usa en su producción y lo cual debe destacarse pues el elemento principal podría decir que se trata de: el poder del verdadero arte transmitido por un verdadero artista, y de, por supuesto: ¡divertirse!

La gente no solo se va sonriente, como después de acudir a una función de circo o de cine, sino que se va sonriente y pensativa, platicando sobre las reflexiones que pudieron tener gracias a la selección tan precisa de los cuentos adulterados que emplea Daniel y, especialmente, gracias a su manera tan extraordinaria de presentarlos e inyectarlos en el alma. 





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